Guion Electra
Guion Electra
PERSONAJES
NARRADOR: Sara
PEDAGOGO: Daniela
ELECTRA: Zara
ORESTES: Cristian
CORIFEO: Meliss
CRISÓTEMIS: Carolina
CLITEMNESTRA: Sara
EGISTO: Melissa
CORO: Daniela-Carolina
del gran rey Agamenón, muerto en su palacio, quién no ha sido vengado hasta hoy. Más se
acerca el castigo a los transgresores, y el oráculo de Febo que fue revelado a su vengador no
tarda en cumplirse y saciará la gran sed de venganza que algunos seres han esperado en
toda su vida como recompensa y enjugar toda lágrima derramada a causa de la desgracia.
1 ESCENA
donde su sangre fue derramada y tu hermana me confió a ti para educarte a fin de vengar
aquella injusticia.
accidente de carros, y entonces llevarás una caja con mis supuestas cenizas.
2 ESCENA:
ELECTRA: ¡Ay de mí! Por qué solo lamento la terrible muerte de mi padre, de la cual mi
CORO: Ten ánimo hija, Zeus que rige todo entendera tu dolor
ELECTRA: Amigas mías, yo no puedo callar, mi llanto no tiene fin !No soporto ver a Egisto
que convive con mi madre en el trono de mi padre! Yo sólo espero a Orestes que pondrá fin a
este mal.
CORIFEO: ¿A qué se deben estas palabras? ¿Dices que tu hermano vendrá pronto o tardará
CRISÓTEMIS: ¿Qué clamores son éstos que estás alzando, nuevamente a las puertas
hermana? Aún no puedes calmar tu cólera? La libertad está en obedecer al amo. ¡En vano
ELECTRA: ¿Cómo puedes hablar sólo de tu madre y a nuestro padre lo olvidas? Yo ansío
CRISÓTEMIS: Yo no habría tocado el tema, más escuché sobre su venganza que pondrá fin a
sus quejas. En la más alta torre la encerrarán, nadie escuchará sus lamentos, ni luz verá.
ELECTRA: Si así fuera, ¡ojalá regrese pronto! No puedes enseñarme a ser prudente. ¡Tú
olvidas a tu gente!
CRISOTEMIS: Mi madre me envió a llevar estas ofrendas a la tumba de nuestro padre. Tuvo
una visión de horror donde él estaba al lado suyo devuelto a la luz tomando su cetro.
ELECTRA: ¡No lo hagas! Mi madre no puede acoger tales ofrendas. Más ve y ofrece mis
CLITEMNESTRA: Te dignas a aparecer ahora que no está Egisto? Entiende que no fui yo sola
ELECTRA: ¿Qué dices? ¿No fueron tus deseos de casarte con Egisto los que te impulsaron a
hacerlo?
CLITEMNESTRA: Ya te lo dije, fue la justicia! ¿Acaso es justo que esté muerto por ofrecer a tu
ELECTRA: Dime tú. ¿Por qué ahora convives con el culpable? Más ve, anda si quieres.
CLITEMNESTRA: Eres una desvergonzada! pagarás por tu insolencia cuando llegue Egisto!
ELECTRA: ¿Lo ves? Ni siquiera soportas cuando hablo. ¡No sabes escuchar!
PEDAGOGO: (como mensajero). Mujeres del país. Ciertamente es éste el palacio de Egisto
para inquirir de él? (ahora dirigiéndose a Clitemnestra)y, puedo suponer que es esta dama la
reina?
PEDAGOGO: ¡Salve señora! A usted y a Egisto traigo felices nuevas de vuestro amigo
PEDAGOGO: ¡Ha muerto en una carrera de carros! se deslizó de su ágil carro, cuando en un
giro sus manos se enredaron en las riendas, arrastrándolo las yeguas en la pista.
CLITEMNESTRA: Zeus! Como diré que son buenas nuevas, aunque a mí sean de provecho?
Una cosa extraña es ser madre, que por más mala que sean no odiará a un hijo.
CLITEMNESTRA: No, tú traes pruebas de que Orestes ha muerto. ¡Me liberas del terror que
ELECTRA: Ay de mí Orestes, ahora tengo que lamentar tus desdichas y aún el escarnio de
nuestra madre!
CLITEMNESTRA: No, sería de mí indigna tu acogida. Entra a la casa. Déjala que llore sola
sus desdichas.
ELECTRA: La han visto angustiarse por haber sufrido su hijo tal suerte? Partiendo me
6 ESCENA (llega Crisótemis con la noticia de que Orestes está con vida)
CRISÓTEMIS: (casi corriendo). Hermana, he venido con júbilo para darte una noticia que
pondrá término a todos tus males: Orestes vive y ha llegado, tal como lo oyes!
cabello! Eso sólo pudo ser la huella de que Orestes está aquí!
ELECTRA: ¡Compadezco tu locura! Pero él murió. Alguien fue testigo de su muerte, a quién
mi madre recibió encantada.
CRISÓTEMIS: Yo que venía con júbilo a traerte noticias, ¡más ahora aumentamos nuestros
males!
ELECTRA: Sí, pues, puedes creerlo, tu puedes ayudarme, si ambas nos unimos para vengar
CRISÓTEMIS: Qué es lo que te impulsa a tal osadía, pues requieres armas y me insistes para
ayudarte? Callaré lo que has dicho, pero aprende la cautela de ceder a los más fuertes que tú!
ELECTRA: ¡Sabía que ibas a rechazar! Aún siendo prudente, odio tu cobardía!
CRISÓTEMIS: Si crees que eres prudente, insiste en ello, más en medio del desastre verás la
7 ESCENA (Entran Orestes y Pílades con algunos servidores con la falsa urna)
ORESTES: Me ha traído mi mapa al lugar correcto? ¿Es este el palacio del rey Egisto?
CORIFEO: Así es, te han guiado bien. Esta joven anunciará nuestra llegada al palacio (señala
a Electra).
ORESTES: Nada sé del rumor, vengo a traer las cenizas de un tal Orestes. En esta pequeña
ELECTRA: Ay de mí, tengo ante mis ojos la indiscutible prueba! Más déjame por favor que
ORESTES: No sé quién será esta muchacha pero le daré la caja (se retiran los servidores y
ELECTRA: Oh hermano, recuerdo la última vez que te vi partir. Tan poco valieron mis
cuidados de nodriza, para que algún día volvieras a mí por nuestra venganza!
ELECTRA: Así es, viviendo en techo de asesinos y oprimida por mi madre a quién atribuir
culpa!
ORESTES: Estoy muy feliz de verte. Deja esa caja, ahora lo sabrás todo.
PEDAGOGO: No se dan cuenta de que no están al borde si no en el centro del peligro? Dejen
PEDAGOGO: Por ahora basta, Electra. Habrá tiempo para narrarlo todo. A ustedes dos les
digo, ha llegado la ocasión: la reina está sola y sin custodia. Hemos de entrar. (Entran
amigos! ¡Infeliz de mí! ¿Dónde estás Egisto? Hijo, hijo por favor, ten piedad de tu madre!
CORIFEO: ¡Silencio, veo venir a Egisto! Despejen las puertas, apresuren su plan!
EGISTO: (se dirige al coro). Dónde hallaré a tales mensajeros que traen aquellas nuevas de la
EGISTO: ¡Silencio! Abran de par en par las puertas, abandonarán los de Argos y Micenas
(Al abrirse las puertas del palacio, se revela un cadáver cubierto. Al lado Orestes y Pílades)
EGISTO: Ah, qué veo! Triste de mí, entiendo el enigma. No es otro si no Orestes quién me
ORESTES: (sujeta a Egisto). Tú marcha dentro. ¡En el mismo lugar que heriste a mi padre, allí
caerás!
CORIFEO: Raza de Atreo, padre de Agamenón. Al cabo de tanto sufrimiento eres libre al fin.
FIN