A partir de hoy, Google pone a disposición de todo EE UU su experiencia de búsqueda AI Mode (Modo IA). Esta incorporación a la página de resultados del motor de búsqueda de la empresa, al estilo de un chatbot, está diseñada para responder a consultas más largas y utiliza el modelo de inteligencia artificial del gigante de Mountain View para generar respuestas completas basadas en sitios web indexados en la web abierta, con enlaces a ellos.
El Modo IA es la respuesta directa de Google al lanzamiento de motores de búsqueda desarrollados por startups de Silicon Valley como OpenAI y Perplexity, que ofrecen respuestas a preguntas y consultas.
Un año de perfeccionar su IA
Si todo esto parece un déjà vu, es porque en la conferencia de desarrolladores Google I/O del año pasado la empresa presentó el precursor de AI Mode: AI Overviews. En 2024, Google comenzó a utilizar su modelo de inteligencia artificial para resumir contenido web y colocar un bloque de texto en la parte superior de los resultados de algunas búsquedas. Los resúmenes de IA fueron criticados en el momento de su lanzamiento por ofrecer respuestas erróneas y absurdas, ya que una avalancha de usuarios llevó la función al límite y demostró cómo las herramientas de inteligencia artificial generativa pueden malinterpretar la información en línea. ¿Quién podría olvidar aquel resultado que recomendaba poner pegamento en la pizza?
Durante el año de aquel lanzamiento, Google ajustó sus herramientas de resumen de IA. Ahora, la empresa ha creado una versión personalizada de su modelo Gemini 2.5, que divide las preguntas en varias consultas para generar los resultados que verás en el Modo IA. "Permite un descubrimiento mucho más potente de la web, porque no habrías hecho estas docenas de otras preguntas. Muchas veces no hay ningún sitio web que tenga la información específica que estás buscando", comenta Robby Stein, vicepresidente de producto de búsqueda de Google.
A pesar de las mejoras introducidas en el modelo subyacente, la precisión de las respuestas ofrecidas por los motores de búsqueda con IA sigue siendo objeto de polémica. Debido a la forma en que los grandes modelos de lenguaje (LLM) procesan la información, los bots son propensos a introducir datos falsos.
El Modo IA, como la mayoría de las herramientas de chatbot, incluye un descargo de responsabilidad al final de sus respuestas en el que se indica que el software puede cometer errores. En las pruebas de la versión beta realizadas por WIRED, las respuestas de Modo IA a algunas preguntas relacionadas con la atención sanitaria incluían advertencias adicionales. "Esto es solo para fines informativos. Para asesoramiento o diagnóstico médico, consulte a un profesional”, decía la cláusula de exención de responsabilidad ampliada al final de una respuesta sobre adolescentes trans que buscaban atención para reafirmar su género.
Además de las preocupaciones sobre la precisión, muchos expertos en motores de búsqueda con los que WIRED conversó todavía parecen dudar de que los usuarios realmente consulten los sitios web citados en las respuestas del chatbot, en comparación con cuántos habrían hecho clic en los enlaces azules de una búsqueda tradicional en Google. "Los porcentajes de clics en las descripciones generales de IA son drásticamente inferiores a los de los resultados de búsqueda sin descripciones generales de IA en la página. La gente se fía de lo que ve. Lo lee y sigue adelante", indica Barry Schwartz, experto en motores de búsqueda y CEO de la empresa de servicios de software RustyBrick.
Usuarios más participativos gracias a los resúmenes de IA
El año pasado, escribí sobre cómo uno de mis artículos, que antes aparecía en la parte superior de los resultados de búsqueda, fue robado y desplazado por un resumen de IA. Con el tiempo, Google ajustó la forma de citar las fuentes y añadió enlaces de forma más prominente junto a los párrafos individuales.
Aunque a los editores parece preocuparles, sobre todo, que la oleada de herramientas de búsqueda con IA desvíe a los visitantes que, de otro modo, irían directamente a las fuentes originales, algunos profesionales del marketing están descubriendo que los visitantes que acaban aterrizando en sus sitios promocionales son de mayor calidad. "Sin duda, estamos viendo que el tráfico que recibes es más participativo", afirma Jim Yu, fundador y CEO de BrightEdge, una plataforma para profesionales de la publicidad. "Cuando han interactuado tres veces más con la IA y han hecho clic en mi sitio web, están mucho mejor cualificados. Por lo tanto, las métricas de compromiso, como el tiempo en el sitio y las tasas de conversión, aumentan".
Para Lily Ray, ejecutiva de estrategia SEO en la agencia de marketing Amsive, la idea de que haya menos visitantes, aunque de mejor calidad, sigue siendo insuficiente y supone una amenaza existencial. "¿Cómo van a ganar dinero en el futuro los editores, los creadores de contenidos y las personas que dependen de los anuncios y el tráfico?", se pregunta. Una posible respuesta son las asociaciones. Condé Nast, editorial de WIRED, tiene un acuerdo comercial con OpenAI para que los artículos estén disponibles en las respuestas de búsqueda de ChatGPT. Sin embargo, la empresa no tiene un acuerdo similar con Google.
A pesar de las preocupaciones de Ray, su impresión inicial del Modo IA es comparativamente positiva. "Según mi experiencia hasta ahora, me parece un producto mejor que AI Overviews". Desde su punto de vista, la versión beta del Modo IA fue más eficaz a la hora de comprender las preguntas y ofrecer respuestas precisas. Según mis primeras impresiones, la posibilidad de hacer preguntas de seguimiento sobre temas similares me parece una mejora. No obstante, he encontrado errores durante las pruebas.
Modo IA deberá lidiar con los sesgos
Pregunté a la versión beta del Modo IA: "¿Ganaron los Giants?" para ver cómo respondía a una pregunta deportiva potencialmente común y regional. "Sí, los San Francisco Giants perdieron su último partido contra los Colorado Rockies", respondió sin sentido. Y lo que es más preocupante: citó publicaciones de X y repitió estudios racistas y refutados sobre el coeficiente intelectual de las naciones africanas.
“Sierra Leona tiene un coeficiente intelectual medio muy bajo en comparación con la media mundial. Su IQ medio es de 45.07”, decía uno de los resultados de las pruebas. Se trata de una cifra muy concreta, que procede de una investigación desacreditada y que ha sido promovida por supremacistas blancos en internet. Después de que una investigación de WIRED revelara el año pasado que esta cifra y otras similares aparecían en las respuestas de varios motores de búsqueda con IA, Google desactivó las respuestas de AI Overviews para las búsquedas relacionadas con el coeficiente intelectual nacional. Sin embargo, al momento de esta prueba, aún no había tomado las mismas precauciones en la versión beta del Modo IA.
Le pedí a Google que comentara mis preocupaciones sobre la precisión de sus experiencias de búsqueda generativa con IA y recibí una respuesta: "El índice de precisión de las descripciones generales de IA está a la par con el de otras funciones de búsqueda bien establecidas, como los fragmentos destacados, que llevan una década proporcionando información útil", afirmó Craig Ewer, portavoz de Google. Defiende que siguen mejorando en aspectos como la veracidad de los hechos, y que estas mejoras influyen en la forma en que abordan el Modo IA.
Dado que Google domina desde hace tiempo el mercado de los motores de búsqueda, la empresa también ha moldeado la estructura de internet para adaptarla a lo que premiaba su algoritmo. Aunque se sientan frustrados por los cambios, muchos editores creen que no tienen más remedio que seguir el juego si quieren que sus sitios web sigan apareciendo en los primeros puestos de los resultados de búsqueda. Google podría reducir aún más los porcentajes de clics a medida que se apoye más en los resultados generados por IA. Esta rápida transición podría afectar aún más a los editores en línea, muchos de los cuales ya se encuentran en una situación económica precaria y dependen de la búsqueda de Google como su principal motor de tráfico.
“Este es el futuro de la búsqueda en Google. Así que tenemos que adaptarnos como editores y como buscadores. Debemos aceptar el cambio”, concluye Schwartz.
Artículo originalmente publicado en WIRED. Adaptado por Alondra Flores.